En este artículo trataremos de observar la fase bélica entre las dos coreas ocurrida entre los años 1950 y 1953. Este conflicto, como vemos estos días, no ha finalizado. La razón es obvia: La lucha armada finalizó, hubo acuerdos de no agresión, incluso acercamientos puntuales, pero las incompatibilidades nunca desaparecieron. El conflicto como tal podemos decir que ha estado normalizado durante casi 60 años, con únicamente pequeños incidentes aislados en la zona desmilitarizada. No obstante, la creciente presencia militar estadounidense con pruebas militares en terreno surcoreano, ha puesto en tensión a Corea del Norte, hasta el punto de iniciar un cruce de bombardeos entre las dos coreas, que solo una inminente mediación, probablemente china, podría sofocar y reducir.
La fase bélica de este conflicto se produjo entre el 1950 y 1953, suponiendo el primer conflicto de la Guerra Fría, y la primera muestra seria de lo que sería la dicotomía entre el bloque del Este liderado por la URSS y el bloque occidental liderado por USA, que caracterizaría toda la segunda mitad del siglo XX.
Este conflicto se produce en la Península de Corea, y entre los actores que intervienen en este se encuentran no solo las dos coreas divididas (Corea del Sur y Corea del Norte, sino también las grandes potencias (USA, URSS), y otras potencias regionales (la R.P. China), así como otros muchos aliados menores.
Podemos considerar este periodo del conflicto, como la fase bélica de tal, como un conflicto interestatal entre las Corea del Sur y Corea del Norte, pero con un alto grado de internacionalización, hecho clave característico de los conflictos de la Guerra Fría. Este conflicto interestatal supone el mayor conflicto de esta índole de la Guerra Fría, y el único en el que tropas soviéticas y americanas combaten de forma directa.
Antecedentes del conflicto
Ya durante el siglo XIX Corea tenía una de sus principales características que incluso en estos momentos conserva: la introversión. Como Estado unificado era considerado un “Estado ermitaño”, sin relaciones diplomáticas ni comerciales. Solo China mantenía alianzas con el país peninsular, pero ni así pudo evitar que Japón, en 1910 cuando los nipones buscaban erigirse como la potencia industrial de la zona, se anexionara la península y extinguieran la dinastía coreana vigente (Joseon).
La anexión de la península de Corea, respondía al interés japonés de explotar una región muy rica territorialmente, debido a su posición geoestratégica y su potencial económico y comercial. El Gobierno colonial japonés explotó hasta lo inimaginable la región, especialmente en el sector agrícola y pesquero, y favoreció en gran cantidad a sus ciudadanos que se mudaban a las regiones coreanas. En cambio, los autóctonos coreanos padecieron las consecuencias de la anexión viendo como su nivel de vida empeoraba considerablemente, como efecto del déficit alimentario que padecía su población al privarles mediante la exportación masiva de dos elementos básicos de la dieta coreana: el arroz y el pescado.
Es en este contexto que nace el sentimiento “pancoreano” de la población de la península, que se incrementaba al sumarse la imposición de los valores nipones a la sociedad coreana, mucho más tradicional.
El fin de la Segunda Guerra Mundial supuso de esta manera la cara y la cruz de la situación coreana. Por un lado, la caída del Imperio Japonés suponía la teórica liberación y vuelta a la Corea independiente. No obstante, la desaparición de los estándares nipones, supuso una crisis existencial de valores dentro de la sociedad coreana, cuyos valores resultaban difusos después de más de 30 años de ocupación, y que supuso que en el contexto internacional de creciente crispación de los inicios de la Guerra Fría las dos superpotencias nacientes, la URSS y Estados Unidos, se repartieran el territorio para negociar la reconstrucción de Corea.
El Norte de la Península de Corea pasó a estar dominada por la URSS, mientras que la parte Sur la dominaba Estados Unidos. Las negociaciones entre ambas superpotencias no prosperaban, i se convocaron elecciones en todo el país, de donde saldría el futuro del Estado coreano, el 10 de mayo de 1948. Pero en estas elecciones solo intervino el Sur, cosa que sirvió para declarar la Independencia de Corea del Sur, bajo influencia directa de Estados Unidos, quien mantendría tropas en la zona. Poco después, Corea del Norte haría exactamente lo mismo y declararía su Independencia. Los dos Estados reclamaban ser la legítima y única Corea, separados únicamente por una línea imaginaria (El paralelo 38), y cada uno con el apoyo de una de las superpotencias. Así nace el escenario que impulsa que el 25 de junio de 1950 se inicie la Guerra de Corea.
Problemas Centrales e Incompatibilidades
Para analizar los problemas centrales que encontramos en este conflicto, es primordial que encontremos los objetivos principales de las partes en conflicto: Corea del Sur y Corea del Norte . Es importante resaltar, que los motivos de incompatibilidad en un conflicto son muchos y de muchas tipos diferentes, y que para analizarlos debemos tener en cuenta tanto la parte visible (más fácil de analizar: Posiciones, acciones, etc.) como la no visible (Más complicadas: Intereses, Percepciones, Observación, Intenciones, Valores, necesidades, etc.).
Ambos Estados persiguen crear un Estado coreano unificado. Es decir, el primer objetivo es territorial. Tanto la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte), como la República de Corea (Corea del Sur) se reivindican a si mismos como el único y legítimo Estado coreano, y por tanto, buscan unificar militarmente el Estado en uno solo. Por tanto, encontramos como primer objetivo esta unificación, basado en un sentimiento de identidad de representar al verdadero y único pueblo coreano.
Otro objetivo incompatible entre ambos países es el modelo de Estado. Este motivo ideológico marca la gran rivalidad existente entre las dos coreas, y dificulta la gobernación. Desde Corea del Norte se entiende que Corea solamente puede haber una, socialista y alejada de la esfera de influencia norteamericana. En cambio, desde Corea del Sur se entiende que el Estado debe ser aliado occidental, democrático, abierto al comercio y la innovación, y alejado de la esfera de la URSS. Esta incompatibilidad a la hora de entender como debe ser Corea, hace acrecentar la rivalidad entre los dos países, que se consideran poseedores de la repuesta a esta dicotomía, y hace crecer dentro suyo la voluntad de homogeneizar la región.
A estos elementos, también debemos contar con el elemento de la tierra. Con la división a partir del Paralelo 38, Corea del Norte se quedó con prácticamente menos del 18% de tierra cultivable de la Península, cosa que sin duda acrecentaba su interés en dominar mayor territorio de Corea del Sur, y más cuando el Estado socialista pretendía basar su economía en la autarquía.
Actores en el Conflicto
En este apartado clasificaremos a los actores que intervienen en el conflicto. Separaremos estos actores en función de su intervención o interés en el conflicto. De esta manera los clasificamos en Actores Primarios (AP), como aquellos que intervienen directamente en el conflicto en todas sus fases, son los principales combatientes y afectados; Actores Secundarios (AS), Intervienen o son directamente afectados en alguna fase o indirectamente en todas; Actores Terciarios (AT), son afectados de forma puntual indirectamente por el conflicto.
Los AP en la Guerra de Corea son, como hemos comentado antes, los dos nuevos Estados independientes de Corea del Norte (RD de Corea) y Corea del Sur (Rep. De Corea). Estos actores son los principales contendientes en el conflicto, como hemos visto en el apartado anterior, y estaban apoyados cada uno por una de las superpotencias y por otras potencias regionales, quien les suministraran armas y material militar (Caso de la URSS con Corea del Norte) o incluso combatirán de forma activa por alguna de los dos bandos (Estados Unidos para Corea del Sur, y China por Corea del Norte ).
Los AS básicos en este conflicto son Estados Unidos, la URSS, la República Popular China, y la Organización de las Naciones Unidas (UN).
Muchos estudios revelan que probablemente la Guerra de Corea fue el escenario donde más cerca estuvieron Estados Unidos y la URSS de iniciar un conflicto bélico. Estados Unidos intervino en todas las fases del conflicto, como principal aliado de Corea del Sur, y capitaneando a su vez las tropas de las UN. Aunque el avance del ejército de Corea del Norte hacia el Sur parece ser que cogió un poco por sorpresa a los Estados Unidos, a pesar de que informes de los últimos meses antes del suceso ya anunciaban que esta iniciativa norcoreana podía producirse en breve, la reacción norteamericana fue inmediata. El Gobierno en Washington pidió la convocatoria del Consejo de Seguridad de las UN, y este aprobó una resolución (Resolución UN/82) que permitía al ejército americano capitanear un ejército que hiciera frente al ejército norcoreano, mejor equipado, con una tecnología más avanzada y con el apoyo logístico de la URSS. A Estados Unidos le interesaba preservar la integridad territorial de la zona, así como mantener el país bajo su esfera de influencia para hacer de baluarte económico contra el comunismo que se extendía por Asia Oriental, situación que ya había comprobado beneficiosa con el caso de Japón.
La URSS por su lado evitó intervenir directamente en el conflicto, aunque su colaboración con el bando norcoreano se hacía patente en el material militar que aportaban. La resolución de la UN cogió desprevenida a la URSS, quien desde hacia seis meses practicaba la política de “silla vacía” en este órgano como acción de protesta por la negativa de la UN de admitir a la República Popular China dentro del organismo, donde ocupaba el lugar chino el Gobierno nacionalista chino en el exilio de la isla de Taiwán. La URSS, aunque condenó esta resolución y brindó apoyo a Corea del Norte, manifestó su intención de no intervenir en el conflicto, y su voluntad de mantener los dos Estados coreanos con la coexistencia de dos sistemas políticos diferentes. De esta manera, el principal interés de la URSS en el conflicto es proteger la integridad territorial de la zona, y hacer cumplir los acuerdos internacionales que separaban la Península de Corea en dos Estados separados por la frontera del Paralelo 38.
China fue, sin duda, un actor clave en el conflicto. Con el triunfo del bando comunista en la Guerra Civil china y la posterior proclamación el 1 de octubre de 1949 de la República Popular China (no reconocida por la UN hasta 1971), cambia completamente el equilibrio de poder en Asia, con la presencia de dos macroestados (la URSS y China) que mostraban su apoyo a la implantación de un Estado unitario comunista liderado por Kim Il Sung, líder de Corea del Norte. Kim Il Sung, al verse apoyado por estas dos potencias no dudó en dar el paso trascendental de sobrepasar con su ejército el paralelo 38 y invadir Corea del Sur. No obstante, China no veía con buenos ojos la posibilidad que se produjera una guerra en terreno coreano, ya que esto podría motivar una intervención americana que desestabilizara la ya de por si convulsa situación en Asia, y donde la presencia americana podría resentir y hacer de escudo a las pretensiones chinas de recuperar Taiwán, donde residía en el exilio el Gobierno Nacionalista Chino, y el territorio de Mongolia, interesante por sus recursos y su valor geoestratégico. No obstante, una vez iniciado el conflicto, y con la UN dispuesta a intervenir, China no dudó en prestar ayuda directa al régimen norcoreano, y más cuando pudo ver que esta intervención internacional llevaba a las tropas americanas muy cerca de su frontera en el rio Yalu. Se puede decir, que la intervención china fue más fruto del sentirse directamente amenazada, que no por su especial interés en que Corea del Norte consiguiera sus objetivos de unificar la Península.
En cuanto a la UN, como ya hemos comentado, fue un actor clave en el conflicto en su función de intervención militar en el conflicto. Una vez producida la invasión de Corea del Norte sobre Corea del Sur, Estados Unidos demandó al Consejo de Seguridad que se pronunciará, y este, que no contaba con la presencia de la URSS, en protesta por la no inclusión de la China comunista, y por tanto también sin la oposición de China, cuyo puesto ocupada el Gobierno nacionalista en el exilio, resolvió mediante las Resoluciones 82-85 la intervención militar en el conflicto. Esta sería la primera intervención militar de la UN, y constó de una condena de la invasión norcoreana y el llamamiento de una intervención para detener el conflicto, restablecer la paz al territorio, y prestar ayuda militar a Corea del Sur. La intervención militar estuvo liderada por Estados Unidos, y constó de una coalición de 16 miembros.
Los AT a destacar en el conflicto son Japón, Taiwán y otros Estados descolonizados del Asia Oriental. Estos Estados no intervienen directamente en el conflicto, pero son influidos por este de una forma substancial.
En el caso de Taiwán, donde residía el Gobierno Nacionalista chino en el exilio, fue un actor importante. La isla contaba con la defensa de Estados Unidos, la legitimidad de la ONU y el interés de la China comunista de recuperar su control, cosa que hacía a este pequeño territorio un foco internacional importante. Durante el conflicto, Estados Unidos no olvidó la protección de la zona, y ordenó a su Séptima Flota que protegiera la zona, a la vez que utilizaba la isla, como también las islas japonesas como bases en el territorio, lo que le permitía una rápida intervención durante todo el conflicto. Pero desde los Nacionalistas chinos también existía el interés por intervenir activamente en el conflicto, cosa que se muestra en su posición afirmativa en cuanto a la intervención de la UN en el Consejo de Seguridad, donde recordemos era miembro permanente, y su voluntariedad de intervenir militarmente dentro de los comandos UN. No obstante, su petición de intervenir fue denegada por Estados Unidos, quien consideraba un peligro por las repercusiones que tendría esta intervención para la China comunista.
En cuanto a Japón, su intervención directa en el conflicto fue mínima, pero su repercusión indirecta sí que fue reseñable. Japón, en su nueva posición de aliado de los Estados Unidos representaba una región clave en la geoestratégia americana para mantener su posición en Asia Oriental. Las islas japonesas supusieron un punto clave para desarrollar la estrategia y para orientar el sentido del conflicto. Además, el país nipón fue el gran beneficiado del conflicto; las necesidades de material a la zona de los Estados Unidos se realizaron durante el transcurso de la guerra mediante un complejo sistema de “pedidos” que permitía la provisión y la compra local sin los problemas propios de los flujos comerciales. Además, la industria japonesa, muy resentida por la Segunda Guerra Mundial, comenzó de nuevo a funcionar gracias a la inversión americana, y fábricas como Mitsubishi o Mitsui entre otras comenzaron a prosperar en el ámbito militar, sabiendo reconvertirse a otros sectores después del conflicto. La manufactura japonesa aumentó cerca de un 50% entre 1950 y 1951, y para 1952 ya doblaba la producción de 1949.
Finalmente, cabe destacar la influencia que tuvo este conflicto en lo sucedido poco después en otros puntos cercanos de Asia Oriental. Prácticamente al mismo tiempo que se iniciaba este conflicto en Corea, un poco más al Sur, en Vietnam, que ya llevaba duras batallas con Francia por su independencia en las Guerras Indochinas, se proclamaba la división del país en dos Estados: Vietnam del Norte, bajo influencia comunista, y Vietnam del Sur, bajo influencia occidental. Esta división no tardaría mucho más en desenvoluparse como un nuevo conflicto que sería la Segunda Guerra de Indochina, o más conocida como Guerra de Vietnam, donde el desarrollo de acontecimientos que llevan al conflicto se asemeja mucho al conflicto coreano. Otros Estados de Asia Oriental, como Laos o Camboya, también sucumbieron a la esfera comunista desarrollando duros enfrentamientos con su propia población.
De esta manera, como hemos podido ver en esta clasificación de actores del conflicto, encontramos dos bandos claros en el conflicto, cada uno de ellos con la presencia de una de las superpotencias, y con bastante simetría de fuerzas, cosa que supuso el “estancamiento” del conflicto que llevó al armisticio de 1953.
El primero de estos bandos, amparado por la legitimidad de la UN, lo forma Corea del Sur, con el apoyo militar del ejército de los Estados Unidos, encabezando la fuerza militar de la UN, formada por 16 Estados. Este bando contaba con una fuerza militar de aproximadamente 1 millón de unidades, siendo especialmente significativo el número de efectivos surcoreano y estadounidense. Se estima que durante el conflicto este bando tuvo cerca de 200.000 bajas, de las cuales, la gran mayoría serian procedente de Corea del Sur.
El otro bando lo forman Corea del Norte, y las dos potencias comunistas de la zona, la URSS, que interviene apoyando públicamente a Corea del Norte y proporcionándole material militar para el conflicto, y China, que interviene militarmente en el conflicto a favor del régimen norcoreano. Los datos de este bando son menos fiables, pero se presupone que podrían contar con un número entre 1’5 y 2 millones de efectivos en combate, de los cuales más de la mitad serian procedentes de la China comunista. Se estiman que sus bajas rondarían unos 400.000 soldados.
Proceso y Dinámica del Conflicto
Las fases del conflicto son:
1. Conflicto Latente – Formación del Conflicto:
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Corea quedó a merced de las grandes superpotencias. Tras la derrota de Japón se acordó en la Conferencia de Postdam (1945) la división de dicho país en la línea del paralelo 38º. A partir de esa división la zona del Norte quedó en manos de la URSS mientras que el Sur estuvo a cargo de EEUU. Ambas crearon un Gobierno provisional propio donde Corea del Norte estaba liderado por Kim Il Sung y Corea del Sur estaba dirigido por Syngman Rhee. Las dos superpotencias se fueron retirando progresivamente, pero la influencia de estos y las hostilidades iban aumentando y cada vez había una mayor tensión entre ambas partes.
2. Escalada del Conflicto y Confrontación de intereses
La URSS hace construir en la parte norcoreana del Paralelo 38 un puesto de control, y el régimen norcoreano invoca su propia autodeterminación. En Corea del Sur, a petición de la UN, se convocan unas elecciones validas para todo Corea, pero que solo se celebran en Corea del Sur. Las incompatibilidades comienzan a ser visibles.
La situación de China donde triunfó el bando comunista en 1949, hizo que cambiara totalmente la situación geoestratégica en Asia Oriental, puesto que junto a Stalin, se convirtió en el principal apoyó del régimen norcoreano.
3. Conflicto de baja intensidad
Kim Il Sung el 25 de junio de 1950 invade a Corea del Sur atravesando el paralelo 38º. Estados Unidos reclama que el Consejo de Seguridad de la UN se manifieste.
4. Intervención Internacional – Construcción de la paz
Durante el periplo devastaron todo a su paso y los surcoreanos únicamente pudieron retirarse replegándose en Busan. La reacción por parte de EEUU fue inmediata. Los americanos lograron que la UN llevara a cabo una serie de resoluciones en el que Estados Unidos pasa a ponerse al frente de un ejército UN, integrado con otros quince Estados, para afrontar el ataque norcoreano. El hecho de que el delegado de la URSS en las UN no asistiera para reivindicar que el Consejo no aceptara a la China Popular hizo que la resolución apoyando a los EEUU fuera respaldada apresuradamente por todos los miembros del Consejo de Seguridad, con la única abstención de Yugoslavia.
5. Conflicto de alta intensidad – Resistencia
Tras la intervención de la UN comandado por Estados Unidos, el ejército chino decidió intervenir en el conflicto debido al miedo de que el ejercito internacional llegue hasta sus fronteras. El ejercito chino hizo que el ejército norteamericano retrocediera hasta el punto que dichas tropas comunistas retomaran nuevamente Seúl. El prestigioso General MacArthur estadounidense fue destituido puesto que propuso un bombardeo atómico en el norte de China e hizo que el presidente Harry S. Truman tuviera una reacción alarmante, puesto que la mera proposición podía ocasionar un enfrentamiento nuclear contra la otra superpotencia, la URSS.
En cambio, la URSS declaró su intención de no participar activamente en el conflicto, y su interés en que coexistieran los dos sistemas diferentes en la Península.
6. Alto el fuego – Imposición de acuerdos
Con la presencia del aparato militar de la UN y la intervención china, se llegó a una situación de mucha igualdad entre ambas partes, con la estabilización del conflicto. Así se inició una serie de negociaciones que acabarían en julio de 1953 con la firma del Armisticio en Panmunjong, donde se acordó una nueva línea de demarcación en torno al paralelo 38º, que actualmente se sigue conservando.
Pero este armisticio, acabo con la lucha armada, pero nunca pudo acabar con las incompatibilidades de las partes, que siguieron presentes, y aun ahora, como podemos ver en los hechos actuales, sigue existiendo y generando tensiones que amenazan opciones de retomar un conflicto armado “pausado” hace casi 60 años.
ANTONINA GONZÁLEZ
Licenciada en Estudios Orientales y en História
FRANK MORALES
Politólogo